¿CASTIGARÁ DIOS A LA GENTE EN EL INFIERNO PARA SIEMPRE? – EL INFIERNO – ¿Por qué creer en él?
Los testigos de Jehová, los mormones y otros grupos religiosos niegan la idea de que existe un “infierno” literal, en el cual todos aquellos que rechazan a Jesucristo serán atormentados eternamente con fuego. Ellos se preguntan cómo un “Dios de amor” puede mandar gente a un lugar como ese, sin ninguna esperanza de un fin a su tormento. Como respuesta, debemos examinar lo que enseña la Biblia con respecto al “infierno”, el amor de Dios, la justicia y la condición pecaminosa del hombre.
1. ¿Cómo describe la Biblia al infierno?
2. ¿Cómo sabemos que estas descripciones del infierno no son simbólicas?
3. ¿Por qué Dios creó el infierno?
4. ¿Cómo puede Dios ser amoroso al mandar gente al infierno?
5. Si el infierno es el castigo por los pecados cometidos en la mortalidad, ¿por qué es para siempre el infierno?
1. ¿Cómo describe la Biblia al infierno?
En la Biblia hay dos palabras griegas que comúnmente se traducen como “infierno”. Una palabra es “Hades” y la otra es “Gehenna”. En el Septuagint griego (traducción griega del Antiguo testamento hebreo), la palabra “Hades” es el equivalente griego a la palabra hebrea “seol”. El léxico griego-español de Thayer (Thayer´s Greek-English Lexicon of the New Testament) hace ver que el término “Hades”, comúnmente se refiere al “reino de los muertos” y, en algunos casos, “denota…la parte inferior, un lugar deprimente…oscuro…en lo más profundo de la tierra, el receptáculo común de los espíritus incorpóreos…”–Thayer´s Greek-English Lexicon of the New Testament (El léxico griego-español de Thayer), por Joseph H. Thayer, 2002ed Hendrickson Publishers, p.11 (edición en inglés)
Mientras que la palabra “Hades” se usa para referirse al “sepulcro” de la humanidad o el “reino de los muertos”, la palabra griega “gehenna” es más comúnmente usada en conexión con la idea de un fuego eterno. En relación a esta palabra, Vine´s Complete Expository of Old and New Testament Words (Expositor completo de Vine de las palabras del Antiguo y Nuevo testamento) hace notar lo siguiente:
“Gehena representa el Gejinnón hebreo (el valle de Tofet) y la palabra aramea correspondiente…al pasaje, es paralela en Mateo 18 y en Marcos 9:43-47; aqui se aplican las descripciones ampliadas a la palabra ‘infierno’: ‘el fuego inextinguible’ y ‘donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga’.” — Vine´s Complete Expository of Old and New Testament Words (Expositor completo de Vine del Antiguo y Nuevo testamento), W.E. Vine, Merrill F. Unger, William White, Jr., 1985 Thomas Nelson Publishers, p. 300 (edición en inglés)
“Tofet: alguna vez parte del jardin de un rey en Hinom; se convirtió en el lugar donde la gente de Jerusalén sacrificaba a sus hijos (Isaías 30:33; Jer. 19:6, 11-14; 2 Reyes 23:10).” –Nelson´s Quick Reference: Bible People & Places, 1993 Thomas Nelson Publishers, p. 349 (edición en inglés). Thayer explica:
“Gehena, el nombre del valle en la parte sureste de Jerusalén…llamado así por el llanto de los pequeños lanzados a los brazos de fuego de Moloc…Los judíos aborrecían tanto el lugar después de que el rey Josías había abolido los horribles sacrificios…que lanzaban no sólo toda clase de basura sino hasta cuerpos de animales o de criminales que no habían sido sepultados después de haber sido ejecutados. Y ya que el fuego eran siempre necesario para consumir los cuerpos muertos, de modo que el aire no se contaminara por la putrefacción, a dicho lugar se le nombró gehenna tou puros [gehena de fuego]…y después se transfirió este nombre a aquel lugar en Hades, donde los malvados sufrirán castigo después de la muerte.” — Thayer´s Greek-English Lexicon of the New Testament (El léxico griego-español de Thayer, p. 111
Tenga en mente las definiciones anteriores y tome nota de cómo se describe el infierno en los siguientes versículos:
MATEO 10:28: “No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno [gehenna].” 1.
LUCAS 12:5: “Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: teman al que, después de dar muerte, tiene poder para echarlos al infierno [gehenna]. Sí, les aseguro que a él deben temerle.”
* Si el “infierno” es simplemente el sepulcro de la humanidad, ¿por qué Jesús nos exhorta a “temerle” más que a la muerte?
MATEO 25:46: “Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”2.
DANIEL 12:2: “Y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas.”
* Sólo hay dos opciones para la eternidad – i.e., “vida eterna” o “castigo eterno”. Hebreos 9:27 dice, “…está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio.” Uno no tiene una segunda oportunidad después de la muerte. En cualquier estado que pueda encontrarse uno, éste durará por la eternidad.
MATEO 3:12: “Tiene el rastrillo en la mano … recogiendo el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará.”
MATEO 8:11-12, 28-29: “‘Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Pero a los súbditos del reino se les echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.’… Cuando Jesús llegó al otro lado…dos endemoniados le salieron al encuentro de entre los sepulcros…pronto le gritaron: –¿Por qué te entrometes, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes del tiempo señalado?’”
* Aquí tenemos una declaración interesante hecha por los demonios comentando un “tormento” que ocurrirá en un “tiempo” futuro. Ese “tormento” se refiere al “fuego eterno” del infierno que fue “preparado para el diablo y sus ángeles” (ver Mateo 25:41). Aunque este castigo fue creado originalmente para Satanás y sus seguidores, Jesús advierte que el “llanto y rechinar de dientes” en “el fuego inextinguible” también espera a aquellos que lo han rechazado.
MATEO 13:41-42, 49-50: “El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar. Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Así será al fin del mundo. Vendrán los ángeles y apartarán de los justos a los malvados, y los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes.
MATEO 18:8: “…Más te vale entrar en la vida manco o cojo que ser arrojado al fuego eterno con tus dos manos y tus dos pies.”
MATEO 22:13: “Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.’”
MARCOS 9:43, 47-49: “…Más te vale entrar en la vida manco, que ir con las dos manos al infierno [gehenna], donde el fuego nunca se apaga…Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser arrojado con los dos ojos al infierno [gehenna], donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga. La sal con que todos serán sazonados es el fuego.”
ISAÍAS 66:24: “Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. Porque no morirá el gusano que los devora, ni se apagará el fuego que los consume: ¡repulsivos serán a toda la humanidad!”
LUCAS 3:17: “Tiene el rastrillo en la mano para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará.”
LUCAS 13:28: “Allí habrá llanto y rechinar de dientes cuando vean en el reino de Dios a Abraham, Isaac, Jacob y a todos los profetas, mientras a ustedes los echan fuera.”
LUCAS 16:22-29: “…murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron. En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Así que alzó la voz y lo llamó: ‘Padre Abraham, ten compasión de mí …porque estoy sufriendo mucho en este fuego.’ Pero Abraham le contestó: ‘Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal; pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente. Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá.’ Él respondió: ‘Éntonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento.’ Pero Abraham le contestó: ‘Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso a ellos!’”
2 TESALONICENSES 1:9: “Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder.”
HEBREOS 10:26-27, 29-31: “Si…pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios. ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el…y también: ‘El Señor juzgará a su pueblo.’ ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!”
APOCALIPSIS 14:9-11: “Los seguía un…ángel que clamaba a grandes voces: ‘Si alguien adora a la bestia y a su imagen… Será atormentado con fuego y azufre…El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche …’”
APOCALIPSIS 19:20: “Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Éste es el que hacía señales milagrosas en presencia de ella…Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego y azufre.”
APOCALIPSIS 20:10: “El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habrán sido arrojados la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
APOCALIPSIS 20:13-15: “El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho. La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.”
APOCALIPSIS 21:8: “Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte.”
2. ¿Cómo sabemos que estas descripciones del infierno no son simbólicas?
Jesús describió el “tormento” de “gehenna” con ilustraciones severas y un lenguaje intenso. Es evidente que Él no consideró un lugar como tal como una expresión figurativa de simbolismo. Observe el siguiente pasaje:
“…Más te vale entrar en la vida manco, que ir con las dos manos al infierno [gehenna], donde el fuego nunca se apaga….Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser arrojado con los dos ojos al infierno, [gehenna] donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga. La sal con que todos serán sazonados es el fuego.”—Marcos 9:43, 47-49
De igual manera, así como Jesús utilizó un lenguaje fuerte para expresar el terror absoluto del infierno, también utilizó las experiencias de la vida real en sus parábolas para ilustrar verdades espirituales, de tal forma que su público las pudiera captar. Tal fue el caso de su parábola del hombre rico y Lázaro en Lucas 16. Esta fue la primera y única parábola en la cual Jesús mencionó el nombre de uno de los individuos en su recuento, mientras Él relataba su historia de la vida real. Esta exposición detallada de la vida después de la muerte deja poca duda de la realidad del infierno y su efecto posterior sobre la fervencia del mensaje del evangelio.
Además, a través de la Escritura sabemos que Dios es un Dios de amor (1 Juan 4:8) y que Él “no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan” –2 Pedro 3:9. También de la Escritura sabemos que a través del gran amor de Dios por toda la humanidad fue que “dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” –Juan 3:16. Si hubiera cualquier otra manera para que se pudiera salvar la humanidad, Jesús no hubiera tenido que morir para expiar nuestros pecados (ver Mateo 26:39).
De la misma manera, si “el infierno” es simplemente un ícono simbólico de aniquilación total, o es una expresión figurativa de destrucción de la reputación de uno que vivirá hasta la infamia, ¿cuál sería el propósito de Dios de mandar a su Hijo para pagar un precio eterno por nuestra redención? Si todos los que mueren sin la provisión de un rescate simplemente pasarán por la destrucción de aniquilación, en la cual dejarán de existir por la eternidad, ¿por qué Dios no empezaría de nuevo con una nueva creación de humanidad y dejaría que la actual siga su curso y cese con la aniquilación? Después de todo, Dios no mandó a su Hijo para morir por cualquier otra parte de su creación (ver Hebreos 2:16-17). Si los humanos son como los animales en que se hacen inconscientes después de la muerte y se disuelven a polvo, ¿por qué mandaría Dios a su Hijo para morir por nuestros pecados y para llevar las marcas de nuestra redención en su cuerpo? (ver Juan 20:25-28).
Es verdad que uno sólo puede especular la razón por la cual Dios escogió ejercer su amor abrumador para pagar un precio tan grande por nosotros. Sin embargo, cuando uno capta la existencia de un infierno literal que evitar y una vida eterna que ganar, ésto expresa una dimensión completamente nueva al significado del sacrificio de rescate de Jesús a cuenta de nuestros pecados, puesto que hubo mucho más invertido que sólo una expiación del pecado de Adán y sus efectos subsiguientes sobre la naturaleza humana. El sacrificio de rescate de Jesús pagó el precio eterno, no sólo para redimir a la humanidad de la maldición de la ley de Moisés y la naturaleza pecaminosa de Adán, sino también para ocasionar la propiciación permanente por cada uno de nuestros pecados personales y liberarnos de un tormento eterno en el infierno.
3. ¿Por qué Dios creó el infierno?
El infierno es lo opuesto a todo lo que es bueno, justo, puro y santo. Esto es porque se describe el infierno como un lugar de gran dolor y sufrimiento. La Escritura explica que en el cielo nuevo y en la tierra nueva, “la justicia” “habitará” (ver 2 Pedro 3:13) y no habrá más “muerte”, “dolor” y sufrimiento. Es por esta razón, que Dios creó al infierno como un lugar donde la maldad se pudiera separar de lo bueno por la eternidad.
Dios no creó al infierno con la intención de usarlo para la humanidad. Jesús explicó que el “…fuego eterno [ha sido] preparado para el diablo y sus ángeles” (ver Mateo 25:41). Cuando satanás se rebeló contra Dios y se llevó consigo a una tercera parte de los ángeles de Dios (ver Apocalipsis 12:4), Dios creó al infierno a fin de proveer un lugar donde el diablo, sus ángeles y todo lo que es malvado pudieran morar en una separación eterna de Dios y su bondad.
El pecado es como un cáncer o como la levadura que infecta la sustancia entera en la cual se ubica (ver 1 Corintios 5:6). Así como se debe separar y retirar al cáncer del cuerpo, para poder evitar que se extienda por todo el resto del mismo, así es también con el pecado. Dios es un Dios de pureza y santidad, y como resultado, nada impuro puede estar delante de su presencia.
“La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír. Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar” — Isaías 59:1-2
Ya que el pecado no puede existir en la presencia del bien sin mancharlo, Dios proveyó un lugar perpetuo donde toda creatura inmortal que ha sido infectada por el pecado y la maldad, y que no ha sido limpiado por la sangre de Cristo, pueda morar en una separación perpetua de Dios y de todo lo que es puro y santo.
4. ¿Cómo puede Dios ser amoroso al mandar gente al infierno?
Esta pregunta es engañosa puesto que da a entender que Dios “manda” a personas al infierno. Como acabamos de comentar, Dios no manda a personas al infierno. Es nuestro pecado y maldad que causa que seamos condenados ante la norma perfecta y justa de la ley santa de Dios, y causa que seamos contaminados de tal manera que no nos permitirá entrar en la presencia de Dios donde mora su gloria.
“Así está escrito: ‘No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios….’ Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado…pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios…” –Romanos 3:10-11, 19-20, 23
Debemos reconocer que Dios es, de igual forma, un Dios de rectidud y justicia verdadera como es un Dios de amor y bondad. Así como el aceite no se puede mezclar con el agua, Dios tampoco puede pasar por alto el pecado y permitir que more en su presencia. Es por esta razón que Dios, en su amor y bondad, facilitó una manera por la cual se pudiera satisfacer su justicia por completo.
Así como el infierno representa todo lo que es malo y malvado, también Dios representa todo lo que es justo, puro y santo. Al rechazar a Dios y su provisión de una limpieza espiritual en su hijo, los que terminarán en el infierno han tomado la decisión de rechazar todo lo que es bueno y justo. De esta manera, en el día del juicio, Dios simplemente confirma la decisión que ellos ya han hecho al permitirles morar en el castigo eterno, lejos de su presencia y virtud. Así que, el infierno (que abarca todo dolor, sufrimiento y maldad) se convierte en el lugar eterno de aquellos que rechazan a Dios.
MATEO 25:46: “Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna…”
5. Si el infierno es el castigo por los pecados cometidos en la mortalidad, ¿por qué es para siempre el infierno?
Hemos comentado cómo el infierno es lo opuesto a todo lo que es bueno, santo, puro y virtuoso. Es el lugar que Dios a designado para las criaturas inmortales e impuras que habiten en una separación eterna de Él y su santa presencia. Ya que fuimos creados con almas inmortales, que siguen existiendo después de la muerte física (ver Mateo 10:28), pasaremos nuestro destino eterno en la presencia de Dios o en el infierno eterno lejos de la presencia de Dios. Dado que la santidad justa de Dios no permitirá que uno reciba su amor y misericordia, aparte de la aceptación personal del sacrificio de expiación de Jesucristo por el pecado, como resultado, aquellos que rechazan la limpieza espiritual que se ofrece en Cristo, han tomado la decisión personal de morar en una separación eterna de Dios. Es por esta razón que el infierno es descrito como tormento que durará por siempre.
Los que luchan con el concepto de un infierno eterno, a menudo lo hacen porque no logran captar la consecuencia eterna del pecado. Nuestras mentes finitas no pueden comprender la brecha extensa que Dios llenó para redimir a la humanidad. Dios mismo, quien se coloca eternamente fuera del tiempo, espacio y sustancia creada, entró a su creación al nacer como humano, en la persona de su hijo Jesucristo. Limitándose a las limitaciones de su creación y experimentando todos los bordes de debilidad de la humanidad, Jesús murió una muerte insoportable por todo nuestros pecados pasados, presentes y futuros. De manera que, en su cuerpo humano, Jesús siempre llevará las marcas de nuestra redención. (ver Juan 2:18-22; 20:25-27; Lucas 24:39-40) Y así como las cicatrices de nuestra redención vivirán en la eternidad, así también la pena resulta en un castigo eterno y separación de Dios, para cualquiera que rechaze el regalo de Dios de la salvación.
Los testigos de Jehová, quienes niegan el concepto de un “infierno” literal, comúnmente racionalizan los pasajes Bíblicos con respecto a este tema al declarar que tales simplemente simbolizan la “destrucción” de una “aniquilación” completa de un alma humana en juicio. Sin embargo, en realidad el concepto de los testigos de Jehová de “aniquilación” resulta en evitar un juicio, en lugar de la recompensa justa por varios grados de pecados. Si la “aniquilación” de un alma humana y el repudio del carácter de uno después de la muerte será comparado con el juicio justo, uno cuestionaría cómo este tipo de juicio sería “tormento” cuando las personas de hoy en día a menudo cometen suicidio en esta vida como una “escapatoria” de la realidad.
Además, si la aniquilación fuera el juicio permanente de Dios contra aquellos quienes lo rechazan, ¿cómo sería justo este tipo de juicio, ya que trataría a todos por igual, sin importar el estilo de vida que él o ella vivió aquí en la tierra? ¿Cómo podría ser justo Dios al permitir que alguien que vivió una vida relativamente moral, pase por el mismo tipo de juicio de “aniquilación” que recibiría una persona como Adolfo Hitler, quien mató a más de 6 millones de judíos a través de su régimen de Nazis?
Como se puede observar, tal razonamiento le hace un perjuicio al carácter justo de Dios ya que no pasa la prueba de las normas equitativas en un juicio. La Escritura es clara en que el infierno no es sólamente un lugar literal de tormento, sino que también habrá grados de castigos basados en el nivel de pecado en la vida de uno. Para terminar, le preguntamos a los testigos de Jehová, si en realidad la “aniquilación” es la “destrucción” de un “fuego eterno” del cual se habla en las Escrituras, ¿por qué habla la Escritura de los grados de castigo? Uno no puede tener grados de aniquilación, ¿o sí?
LUCAS 10:12, 14: “Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para ese pueblo. Pero en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes.”
HEBREOS 10:26-27, 29-31: “Si…pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos….¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios…y también: ‘El Señor juzgará a su pueblo’ ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!”
1. Todas las citas son de la Biblia Nueva Versión Internacional, al menos que se indique lo contrario. Aunque Mateo 10:28 afirma que el “alma” puede ser “destruida,” la palabra griega apollymi (ἀπόλλυμι) traducida “destruir” no significa aniquilación, sino que significa “perecer” en el sentido de “ruina, pérdida, no del ser, sino del bienestar” —Vine´s Complete Expository Dictionary of Biblical Words, (Diccionario Completo Expositivo de Palabras Bíblicas) 1977, p. 164 (Traducido del inglés)
2. Para obtener información acerca del por qué la mayoría de las Biblias traducen la palabra griega kolasis en Mateo 25:46 como “castigo,” en vez de traducirla como “cortamiento” de la TNM, vea: Dialogo 5a: ¿Es el Infierno Real y el Alma Humana Inmortal?
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