Abuso en los testigos de Jehová y cómo perdonar

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.:¿CÓMO PUEDO PERDONAR A MI PADRE QUE ES MIEMBRO DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ QUIEN ABUSÓ DE MÍ, Y A LOS ANCIANOS QUE NO HICIERON NADA AL RESPECTO?

“Les estoy enviando este correo electrónico porque he estado muy enojada con los ancianos de la congregación de los testigos de Jehová a la que asistía en mi niñez. Mi padre tenía una enfermedad mental y nos golpeaba y abusaba de nosotros. Los ancianos del Salón del Reino no hicieron nada. Cuando tenía 14 años de edad confronté a uno de los ancianos principales y le pregunté por qué no había hecho nada con respecto a la conducta abusiva de mi padre. Él me dijo: ‘¿Y qué debí haber hecho al respecto?’ Es lo mismo de siempre: ‘Deja que Jehová se haga cargo’ lo cual básicamente significa ignorar su conducta y fingir que nunca sucedió nada. Ahora tengo 32 años de edad y me cuesta trabajo no explotar emocionalmente cuando los testigos de Jehová llaman a mi puerta. Yo les cuento lo que sucedió en mi familia para hacerles saber que hubo algo terrible en su congregación y que no se hizo justicia. Sé que necesito ‘perdonar’ ya que soy una creyente en Jesucristo, nacida de nuevo, pero no puedo evitar enojarme por el hecho de que ellos me llamen ‘apóstata.’ Incluso, en una ocasión, tuve que amenazar a un anciano con llamar a la policía para que se retirara de mi puerta después de contarle de mi pasado y por qué me salí. Me siento furiosa con toda la organización. ¡Son unos enfermos! Bueno, pues esto es lo que estoy enfrentando en la actualidad.”

NUESTRA RESPUESTA:

Querida amiga,

Puedo escuchar el dolor y la ira expresada en tu voz. Por supuesto que nos podemos identificar con estos sentimientos. Tú tienes todo el derecho de sentirte molesta por la falta de justicia que fue mostrada tanto a ti como a tus hermanos. Hemos visto ocurrir historias como la tuya en las cuales los ancianos encubrieron los abusos con esta misma excusa de que “Jehová se hará cargo algún día.” Lo que ellos no saben es que las Escrituras enseñan que los ancianos son los instrumentos que Dios utiliza para proteger a sus ovejas sobre la tierra.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.” —Hechos 20:28 1.

Estos ancianos te agraviaron a ti y a tus hermanos porque no lograron hacer frente al abuso, al informar a las autoridades civiles apropiadas, al quitarle los privilegios a tu padre que tuviera en la congregación, y al amenazarlo con excomulgarlo si no se inscribía de manera voluntaria en un programa profesional para tratar con su conducta iracunda y abusiva. Estos ancianos tendrán que dar cuentas a Jehová por la falta de protección de aquellos que estaban bajo su cuidado. La afirmación que ellos hacen acerca de que “Jehová se hará cargo de eso” es cierta, ¡pero Jehová realmente “se hará cargo” JUZGÁNDOLOS A ELLOS junto con tu padre!

PEDOFILIA, ABUSO SEXUAL Y LA POLÍTICA DE LA WATCHTOWER:

En Mateo 18:15-17, las Escrituras proporcionan una guía clara acerca de cómo se debe manejar la disciplina dentro de la congregación cristiana.

“Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES TESTIGOS. Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuesto.”

Aquí es donde el asunto del abuso sexual en la organización de los testigos de Jehová se pone difícil. Si sólo hay una víctima que reporta el abuso, lo único que un pedófilo o abusador sexual de los testigos de Jehová necesita hacer para evadir una acción judicial en contra suya por parte de los ancianos, es negar los cargos de abuso. Ya que la política de la organización Watchtower demanda que debe haber por lo menos dos “testigos” que hayan observado la ofensa o que hayan sido víctimas del infractor para que los ancianos estén obligados a tomar alguna acción en contra del infractor, los pedófilos o agresores sexuales fácilmente pueden encontrar víctimas, de una congregación a otra. Ya que ningún pedófilo cometería sus actos en público donde habría más de un testigo, si es prudente y convence a su víctima de que no podría hacer nada ya que sería la única que podría testificar del abuso, podemos apreciar cómo la política de la Organización Watchtower de exigir dos o más testigos para cualquier ofensa, contribuye a lo que algunos han nombrado el “Paraíso de los pedófilos.”

En lugar de exigir dos o más testigos de la ofensa, el principio de la Escritura, en su contexto, en Mateo 18 es comunicar la importancia de tener dos o más testigos que observen la negativa del ofensor a arrepentirse de sus acciones malas cuando es confrontado. 2. Es tan sólo si hubieras tenido dos o más testigos que te acompañaran a confrontar al ofensor (en este caso, tu padre), que los ancianos hubieran tenido justificación para retirarle sus privilegios o excomulgarlo si continuaba el abuso o se negaba a recibir ayuda profesional para sus problemas.

Debido a que la organización Watchtower ha elegido de manera consistente mantener la fachada de su imagen pública al encubrir muchos casos serios de abuso como el tuyo, con afirmaciones semejantes a “Deja que Jehová se haga cargo” o “No tenemos testigos suficientes, así que no podemos hacer nada.” El ministerio “Silent Lambs (Ovejas silenciosas)” reportó en el año 2002 que fue contactado por tres fuentes internas diferentes dentro de las oficinas de la Sede Principal de los testigos de Jehová que confirmaron que la Sociedad mantiene registros confidenciales de 23,720 abusadores de niños 3. dentro de su organización. Mientras que es cierto que en los casos en los cuales los abusos a niños han sido confirmados y registrados en su base de datos, los abogados de la Watchtower han investigado y reportado el abuso a los gobiernos locales cuando tales reportes han sido requeridos por la ley, SilentLambs.org, ha reportado que en 36 estados de los Estados Unidos, tales reportes no han sido una exigencia. Por lo tanto, uno sólo puede imaginar que con 23,720 abusadores de niños confirmados dentro de la organización, debe haber muchos más abusadores no confirmados a quienes se les ha permitido continuar con sus actividades de los testigos de Jehová mientras que sus víctimas han sido obligadas a sufrir en silencio.

LO QUE ES Y LO QUE NO ES EL PERDÓN…

Es ciertamente comprensible el por qué te cuesta trabajo “perdonar” a estos ancianos. Efectivamente, esta organización no tan sólo está “enferma” espiritualmente, sino que también se encuentra “enferma” físicamente. Debemos tener compasión por ellos porque su pecado es repugnante ante Jehová Dios, y Él los juzgará si no se arrepienten y vuelven al verdadero Jesús de la Biblia para recibir sanidad.

Cuando se trata del tema del perdón, si no comprendes correctamente lo que es y no es el verdadero perdón, puede que tengas la impresión equivocada de que para perdonar, debes disculpar al ofensor y tratarlo como si no hubiese hecho nada malo para romper la relación contigo, sin importar si se arrepintió o no de las acciones que realizó en contra tuya. Tú podrías sentir que el perdón es perdonar la maldad que te hicieron.  ¡Este no es el verdadero perdón bíblico!

¿Dios el Padre automáticamente “perdona” a los pecadores disculpándolos aún cuando se niegan a arrepentirse de sus pecados? ¿Qué hay de la historia clásica del perdón de un padre a su hijo pródigo en Lucas 15? ¿Hubiera perdonado a su hijo si este nunca se hubiera arrepentido de sus acciones y buscado una reconciliación? Estoy seguro que tú estarás de acuerdo en que la respuesta a estas preguntas es “no.”

Antes de que se pueda dar un perdón completo (que incluya disculpar los errores cometidos y una restauración de la relación), el malhechor debe arrepentirse y buscar una reconciliación con la persona ofendida. Si no lo hace, tú no tienes la obligación de perdonar o condonar su conducta permitiéndole seguir abusando de ti. Pero aún cuando tú no tengas la obligación de disculpar a un ofensor no arrepentido, esto NO significa que no debas perdonar. Existe una diferencia entre perdonar a alguien y disculpar sus ofensas.

El perdón tiene que ver con la respuesta interna de tu corazón hacia el ofensor. Cuando tú perdonas de la manera bíblica, colocas al ofensor en las manos de Dios y te liberas del control que la amargura, la ira y el odio tienen sobre tu vida. Si el malhechor se rehúsa a arrepentirse, el perdón puede también implicar que se establezcan los límites necesarios para prevenir la posibilidad de que abusen de ti nuevamente. En casos serios de abuso, como el tuyo, esto con frecuencia es vital. Mientras tu, la persona ofendida, has hecho todo lo posible para confrontar a los involucrados (i.e., tu padre, tu madre y los ancianos de tu congregación) conforme a Mateo 18:15-17, y ellos se niegan a cambiar sus caminos, puede que necesites establecer los límites apropiados y planes de autoprotección para poder evitar abuso adicional como parte de tu proceso de sanidad y perdón.

CÓMO PERDONAR CUANDO NO EXISTE ARREPENTIMIENTO…

Por lo que nos estás contando, parece que ni tu padre ni estos ancianos de los testigos de Jehová reconocen sus faltas. No tienen remordimiento por la manera en que te maltrataron a ti y a tu hermano. El simple hecho de que tuviste que amenazar con llamar a la policía por el anciano que vino a tu puerta el otro día sólo sirve para confirmar que ellos no están arrepentidos para nada ni llenos de remordimiento por sus acciones. Entonces, ¿cómo se perdona cuando la persona ofensora no está arrepentida? Jesús fue el ejemplo perfecto de esto cuando clamó en medio de su dolor:

“Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos.”— Lucas 23:34

¿Estaba Jesús pidiéndole al Padre que los disculpara a pesar de que los judíos y soldados romanos iracundos sentían todo menos aflicción por sus acciones? No. Es en este ejemplo de Cristo que aprendemos el verdadero significado del perdón. El perdón significa renunciar al control que la ofensa tiene sobre nuestras acciones. Es despojarse de nuestro derecho a cobrar venganza de aquellos en nuestra vida que nos hicieron algo malo.

El perdón tiene más que ver con la respuesta interior del corazón de la persona ofendida hacia la ofensa que con sus acciones externas. Por ejemplo, uno puede decir, “Te perdono” y fingir por fuera que todo está bien, pero por dentro seguir albergando rencor. Aún cuando por fuera pudiera parecer que esta persona ha perdonado al ofensor, por dentro el perdón está lejos de su corazón.

El verdadero perdón es la elección consciente que tú haces para renunciar al poder y control que la ofensa tiene sobre tus propios pensamientos, palabras, acciones y emociones. Cuando uno perdona, la ofensa pierde su poder y tú la deshabilitas de su capacidad de determinar cómo responderás hacia la otra persona.

“Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.”—Mateo 7:12

Esencialmente, ¡el perdón es libertad! Aunque la relación no puede ser restaurada hasta que el ofensor se haya arrepentido de sus errores, tu puedes deshabilitar sus efectos sobre tu propia vida al perdonar de este modo. El perdón significa quitarse de en medio y dejar al ofensor en las manos de Dios para que se pueda llevar acabo su justicia y convicción.

Nunca paguéis a nadie mal por mal. Respetad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE, dice el Señor. PERO SI TU ENEMIGO TIENE HAMBRE, DALE DE COMER; Y SI TIENE SED, DALE DE BEBER, PORQUE HACIENDO ESTO, CARBONES ENCENDIDOS AMONTONARAS SOBRE SU CABEZA. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.” —Romanos 12:17-21

“No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” —Gálatas 6:7-8

Cuando quitamos nuestra carne de en medio, Dios tiene la libertad para hacer su obra en la vida del ofensor. Al perdonar al malhechor, también nos liberamos para experimentar el perdón de Dios y de otros en nuestras propias vidas:

“Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.” —Mateo 6:14-15

El perdón nos da el poder de liberarnos a nosotros mismos del control destructivo de la amargura, ira y rabia:

“AIRAOS, PERO NO PEQUEIS; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al diablo. … Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.” —Efesios 4:26-27, 31-32

Los siguientes pasos te habilitarán para experimentar el gozo y amor, la paz y compasión que los frutos del perdón producirán en tu vida.

7 PASOS PARA EL PERDÓN:

1. VE AL OFENSOR DESDE LA PERSPECTIVA DE DIOS.

Cada vez que pienses en tu padre y en los ancianos de los testigos de Jehová, ora por ellos (a diario si es necesario). Pídele a Dios que te ayude a verlos desde su perspectiva: como personas perdidas y engañadas espiritualmente, sujetas a los malos deseos del pecado en sus corazones. Puede que ayude tomar en cuenta que, en el caso de tu padre, existen muchas probabilidades de que él a su vez haya experimentado abusos cuando era niño y que, por no haber recibido sanidad, haya descargado su ira y rabia sobre su propia familia, física y sexualmente. Aún cuando esto no justifica sus acciones, puede ayudarte a desarrollar una empatía hacia él. Pídele a Dios que quite la ira y amargura que mantienes hacia tu padre y los ancianos, y que la reemplace con su compasión y amor. En la medida en que tú ores constantemente por ellos, te sorprenderás de la manera en que Dios te responderá al llenar tu corazón con su amor y perdón.

2. DESARMA EL CONTROL QUE ESTÁS PERMITIENDO QUE EL ABUSO TENGA SOBRE TUS EMOCIONES.

Elije, de manera consciente, hacerte cargo de tus sentimientos y desarma el efecto que estas ofensas e insultos tienen sobre tus emociones. No permitas que los comentarios sarcásticos ni los juicios hipócritas de los testigos de Jehová dicten la respuesta emocional que tú tengas hacia ellos. Recuerda que nadie tiene el poder para hacerte enojar si tú decides que no te vas a molestar. ¡¿Qué importa si te llaman “apóstata”?! ¡Responde al asumir el título con orgullo! Puedes decirles algo como esto:

“¡Soy muy feliz de ser una APÓSTATA PARA JEHOVÁ! Después de todo, los seguidores de Jesús eran ‘apóstatas’ del sistema del templo judío que se había vuelto corrupto. Por lo tanto, ¡me siento orgullosa de ser una APÓSTATA de las mentiras de la organización Watchtower y ser una seguidora de la Verdad AUTÉNTICA en Jesucristo (Juan 8:32, 36; 14:6)!”

3. ALABA A DIOS POR LA MANERA EN LA QUE ÉL ESTÁ UTILIZANDO LA OFENSA PARA MOLDEAR TU VIDA.

Si tú nunca hubieras experimentado el abuso y el encubrimiento que los ancianos hicieron con respecto a este, ¿hubieras dejado a los testigos de Jehová para descubrir la verdad en Cristo? Sólo podemos especular dónde hubieran terminado nuestras vidas si nunca hubiésemos experimentado los eventos que nos moldearon, pero si alabamos a Dios por su capacidad para cambiar para bien aquello que Satanás pretendía para mal (Génesis 50:20), observaremos a Dios haciendo algo hermoso en nuestras vidas (Romanos 8:28).

4. NO PERMITAS QUE TU PASADO TE ROBE TU PRESENTE.

Podemos llegar a ser tan consumidos por la ira y amargura hacia las maldades realizadas en contra nuestra en el pasado, que pasamos por alto la vida que Dios tiene para nosotros en el presente. Sí, lo que tu padre y los ancianos hicieron estuvo mal, pero debes despojarte de tu resentimiento, enterrarlo y seguir adelante (Filipenses 3:13-14). Este es un proceso que rara vez ocurre de un día para otro, pero cuando surjan las memorias de tu pasado y los sentimientos de amargura, entrégaselos a Dios y proclama Romanos 12:21: “No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.” Busca maneras para ser de bendición para aquellos que te hirieron. Puede que esto no sea posible ya que los testigos de Jehová rechazan a los miembros familiares que se alejan de su religión, pero tu te puedes convertir en una bendición para muchos otros que han sido heridos del mismo modo que tu. De modo que, busca maneras de ministrar a aquellos que han sido abusados y relaciónate con ellos al demostrar el amor de Cristo y cómo aprendiste a perdonar. Al hacer esto, ¡dejarás atrás el pasado y avanzarás hacia el presente!

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.” —2 Corintios 1:3-4

5. EN LUGAR DE PREGUNTAR “¿POR QUÉ A MÍ?” PREGÚNTA “¿Y POR QUÉ NO A MÍ?”

Cuando sobrevine una tragedia o cuando consideramos el dolor de una niñez llena de maltratos, con frecuencia preguntamos, ¿Por qué a mí, Señor? ¿Por qué permitiste que ESO… me sucediera?” Pero en lugar de hacer esta pregunta, tipo “¿Por qué a mí?”, considera preguntar, “¿Y por qué no a mí?” Piensa en todos aquellos niños en el mundo que son vendidos como esclavos o para el tráfico sexual porque sus padres no pueden hacerse cargo de ellos. O piensa en todos aquellos alrededor del mundo que están sufriendo de hambre o muertes trágicas. Ellos no escogieron sus destinos y tú tampoco. Entonces, en lugar de preguntar “¿Por qué a mí?”, agradece a Dios por el lugar en que Él te tiene el día de hoy y con gratitud pregúntale: ¿Por qué no a mí? ¿Por qué me permitiste crecer en una situación mejor que la de muchos otros en el mundo?

6. MANTÉN LOS LÍMITES APROPIADOS.

Hasta que tu padre y los ancianos de los testigos de Jehová se arrepientan de sus acciones y busquen la reconciliación, mantén límites saludables con ellos para prevenir que tu o tu familia experimente abusos en el futuro. Recuerda, tú no le debes nada a los ancianos, ni siquiera una explicación. Tú te fuiste así que ya no tienen ninguna autoridad sobre ti. Ni siquiera tienes que explicarles por qué te fuiste, ni tampoco tienes que responder cuando llamen a tu puerta. La decisión es tuya, y ellos no pueden hacer nada al respecto. Cuando te sientas lo suficientemente cómoda como para ser capaz de mantenerte firme con un espíritu tranquilo y controlado, la próxima vez que ellos te visiten en tu hogar, podrás considerar la posibilidad de darles una copia de lo que ellos llamarían material “apóstata,” como el artículo de nuestro sitio Web titulado “HECHOS QUE LA SOCIEDAD WATCHTOWER NO DESEA QUE USTED SEPA”. Aún cuando es poco probable que ellos lo acepten cuando vean de qué se trata, si tu se los entregas, es una manera de hacerles saber que te encuentras informada acerca de la Verdad REAL, y les servirá como una advertencia acerca de la información que tu estarás preparada para compartir con ellos si continúan visitando tu casa. Recuerda, tu tienes el control, no ellos. Así que no permitas que te intimiden.

7. BUSCA AYUDA CUANDO LO NECESITES.

En casos serios como el tuyo, que involucran el abuso físico, sexual y emocional, puede que sea necesario consultar a un consejero cristiano o a un terapeuta entrenado que te ayude a tratar con tus sentimientos en un nivel más profundo. No te avergüences de pedir ayuda. Un grupo cristiano de apoyo por medio de tu iglesia local o nuestro grupo de apoyo de ex-testigos de Jehová en Internet, también pueden ser útiles para ti en este proceso.

PARA MÁS INFORMACION VEA:

bullets Abusaron de mí cuando era niña en los testigos de Jehová. ¿A Jehová siquiera le importa?

 

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1. Todas las citas de las Escrituras han sido tomadas de la Biblia de las Américas.
2. 1 Timoteo 5:19 es otro pasaje al que apelan los testigos de Jehová para apoyar su regla de dos testigos. En contexto, esta Escritura apoya la exigencia de dos testigos ante una ofensa.  Sin embargo, es importante percatarse de que bajo cargos de abuso sexual como estos, el agresor en cuestión no debería ser librado de la situación con tan sólo negar la acusación. Más bien, debería ser advertido y puesto bajo una observación estricta hasta que las acusaciones puedan ser confirmadas o negadas.
3. Vea el artículo acerca de este asunto en el sitio Web de Silent Lambs:
http://www.silentlambs.org/answers/23720.cfm

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