.:LEO – Nacido y Crecido en los Testigos de Jehová, fue un precursor auxiliar leal hasta que encontró la Verdad en Cristo.
Habiendo nacido y crecido como un testigo de Jehová, Leo era un precursor auxiliar fiel que dejó la Watchtower para unirse a la Organización Celestial de Jehová, en la cual se puede encontrar una relación íntima y personal con la “Verdad” auténtica: Jesucristo.
Nací y crecí en la organización de los testigos de Jehová. Mi padre es un anciano (líder) y mi madre una precursora. Sé todo lo que un testigo de Jehová sabe acerca de la religión. Serví en nuestra congregación como superintendente y también fui precursor auxiliar regular.
A los 19 años de edad, me salí de la casa de mis padres. Fue entonces cuando comencé a dejar la Organización Watchtower. Yo había sido un testigo de Jehová únicamente porque mis padres me habían dicho que eso era lo correcto. Teniendo la libertad de un adulto, comencé a dudar de las doctrinas y políticas de la organización. Entre más aprendía de la Watchtower, más me alejaba de ella. Lo que abrió mis ojos fueron las profecías fallidas de la Watchtower, las enseñanzas falsas, los cambios doctrinales (luz cambiante/parpadeante), los casos de abusos infantiles, el señorío del Cuerpo Gobernante sobre las masas de Testigos y la política mortal de prohibir las transfusiones de sangre.
También estaba perturbado por las tendencias cultistas de la organización. Está bien que una religión anime a sus miembros a tomar en cuenta el tiempo de ministerio en el servicio del campo y que sugiera que es un error celebrar los cumpleaños y los feriados, pero cuando la Watchtower llega al extremo de establecer que esas políticas son necesarias para la salvación y excomulgan como “no salvos” a aquellos que fallan en cumplir con sus normas, eso no es “cristiano” para mí. Finalmente, fue la maldad de la Sociedad Watchtower la que me llevó a salirme de ella.
La gran pregunta que tuve después de dejar la Watchtower fue a qué religión debía acudir. En mi búsqueda por la única religión verdadera, asistí a una iglesia pentecostal, a una iglesia católica, a algunas de las iglesias de nacidos de nuevo y a iglesias no-denominacionales. En cierto momento, incluso les pedí a los mormones que estudiaran conmigo. Pero toda esta búsqueda me dejó vacío y confundido.
No fue hasta que alguien en Internet, de la directiva de “Christian Apologetics & Research Ministry” (Ministerio de apologética e investigación cristiana) (www.carm.org) me animó a comunicarme con Christy de “Witnesses for Jesus” (Testigos por Jesús) y mi búsqueda llegó a su fin. En lugar de guiarme a otra organización hecha por hombres, Christy me presentó a Jesús. Me di cuenta que no debía preguntar a “dónde” ir, sino a “quién” ir (ver Juan 6:68). Después de recibir las buenas nuevas VERDADERAS, el evangelio, abrí mi corazón e inicié una relación personal con Jesucristo. Y así de simple, sentí cómo las cadenas fueron quitadas. Las tinieblas se convirtieron en la luz más brillante y comencé a entender lo que la Biblia enseñaba acerca de la Deidad de Jesucristo, la Salvación por medio de la gracia, etc. Recuerdo lo que dijo David Reed de “Comments from the Friends” (Comentarios de los amigos) (www.cftf.com): “El Espíritu Santo te enseñará mientras lees.” En este momento, aún sigo aprendiendo. Me siento muy gozoso de no estar leyendo las publicaciones de la Watchtower, sino la misma Palabra de Dios con la dirección del Espíritu Santo.
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