SI JESÚS FUE EL PRIMERO EN ASCENDER AL CIELO, ¿PODRÍAN ELÍAS Y OTROS CREYENTES DEL ANTIGUO TESTAMENTO ESTAR EN EL CIELO?
JUAN 3:13: “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre.”
LA POSICIÓN DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ:
La Sociedad Watchtower enseña que únicamente 144.000 personas vivirán eternamente en el cielo mientras que el resto de la humanidad fiel sólo podrá tener la esperanza de vivir para siempre en el “Paraíso” en la tierra. Al creer que este grupo celestial de 144.000 personas se inició en el Pentecostés (33 d.C.), los testigos de Jehová afirman que “no hay nada en las Escrituras que indique que antes de la venida de Cristo se hubiera ofrecido a los siervos de Dios una esperanza celestial.”1. Por lo tanto, ellos aseguran que “David, Job y Juan el Bautista” al igual que “todos los hombres y mujeres fieles que murieron antes de la muerte de Jesús… Serán resucitados para que estén entre los súbditos terrestres del reino de Dios.”2. Para apoyar su creencia de que ningún siervo de Dios del Antiguo Testamento estará en el Cielo, los testigos de Jehová hacen referencia a Juan 3:13, Hechos 2:34 and Mateo 11:11.
RESPUESTA BÍBLICA:
¿Es cierto que “nada en las Escrituras” indica que una “esperanza celestial” fue ofrecida a los creyentes del Antiguo Testamento? ¿Y qué hay acerca de 2 Reyes 2:11 donde dice que “Elías subió al cielo en un torbellino”? ¿No volvió aparecer Elías en la tierra junto con Moisés cuando Jesús se transfiguró en Mateo 17:3?
¿Y qué hay acerca de Enoc, a quien “le llevó Dios” en Génesis 5:24? Las Escrituras nos dicen en Hebreos 11:5 que “Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.” La carta a los Hebreos dice además que esta “esperanza celestial” le fue dada no tan sólo a Enoc, sino que también a Abel, Noé, Abraham y Sara:
HEBREOS 11:13, 15-16: “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido… y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra…. pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.”
Las Escrituras no tan sólo afirman que estos siervos de Dios que murieron antes de Cristo estaban buscando una patria “celestial”, sino que Jesús anunció a sus seguidores que Abraham, Isaac y Jacob estarían “en” el “reino de los cielos.”
MATEO 8:11: “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.”
LUCAS 13:28-29: “Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.”
Dada la evidencia de que los creyentes del Antiguo Testamento estarán “en” el cielo, ahora vamos a dirigir nuestra atención a los textos de prueba de las Escrituras que la Watchtower brinda como oposición a esta creencia.
¿La declaración de Jesús que se da aquí respalda la afirmación de la Watchtower de que ninguna persona que murió antes de Cristo estará en el cielo?3. Las Escrituras declaran que “la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.”4. De este modo, ninguno de los siervos de Dios que murió antes de Cristo pudo ir al cielo hasta que sus pecados fueron expiados en la cruz. Por lo tanto, Jesús proclamó que Él fue el primero en ascender “al cielo.” La epístola a los Hebreos explica lo que sucedió cuando Jesús entró al cielo:
HEBREOS 9:24, 26: “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios… pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.”
¿Entonces qué sucedió con Elías y Enoc cuando fueron “tomados”? Si no fueron llevados al “cielo,” ¿a dónde fueron? Las Escrituras describen tres cielos. El primero es el cielo donde están las nubes, donde las aves vuelan (ver Génesis 1:8). El segundo cielo es el espacio exterior, donde habitan los planetas y las estrellas (ver Salmo 19:1), y el tercer cielo es el lugar donde mora Dios (ver 2 Corintios 12:2). Cuando las Escrituras manifiestan que Elías “subió al cielo en un torbellino,” es probable que se estaban refiriendo al cielo del firmamento (el seno de Abraham en Lucas 16) y no al lugar donde se encuentra el trono de Dios.
En Lucas 16:19-31, Jesús narra la historia de un hombre rico que murió y fue al lugar de “tormento” en el “Hades,” mientras que Lázaro (un hombre justo) fue a otro lugar del Hades, un lugar de reposo llamado el “seno de Abraham.” Jesús habla de que el hombre en el lugar de “tormento” del Hades podía ver y comunicarse con las personas en el “seno de Abraham,” pero que no podía viajar de un compartimiento al otro, ya que estaban separados por un “gran abismo.” Se piensa que durante los tres días que transcurrieron entre la muerte y resurrección de Cristo, Jesús liberó a los siervos de Dios del Antiguo Testamento que se encontraban en el lado del “seno de Abraham” para llevarlos al cielo con Él, mientras que aquellos que se encontraban en el lugar de tormento del Hades, permanecen allí hasta el juicio ante el gran trono blanco de Dios, cuando la “muerte y el Hades” serán “lanzados al lago de fuego” (Apocalipsis 20:14). Por lo tanto, vemos que Elías y Enoc no murieron cuando “fueron tomados” de manera inmediata al cielo sino que Dios los mantuvo en la porción del Hades llamada “seno de Abraham” hasta el día de la resurrección de Jesucristo cuando fueron llevados directamente al cielo, donde mora Dios. Otras Escrituras que respaldan este punto de vista son las siguientes:
EFESIOS 4:8-11: “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.”
MATEO 27:50-53: “Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.”
1 PEDRO 3:18-19: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.”
LUCAS 23:43: “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Ya que este “Paraíso” ha sido transportado del “Hades” al “tercer cielo” donde mora Dios, los espíritus de los cristianos que mueren se van inmediatamente para estar “con” Jesús en el cielo.
2 CORINTIOS 12:2-4: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.”
2 CORINTIOS 5:6-8: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.”
FILIPENSES 1:21-23: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.”
- HECHOS 2:29, 34: “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy…. Porque David no subió a los cielos….”
La Organización Watchtower cita el texto de Hechos 2:34 que dice que David no subió a los cielos, afirmando que él recibirá una resurrección para vivir para siempre en la tierra, en lugar del cielo.5. Pero como acabamos de ver en la respuesta anterior con respecto al uso de la Watchtower de Juan 3:13, el simple hecho de que David no haya ido al cielo inmediatamente al morir, no significa que fue excluido del grupo de santos del Antiguo Testamento que fueron al cielo en la resurrección de Cristo.
Además, aparte del uso que la Watchtower le da a este pasaje para probar si David tuvo una esperanza celestial o no, el contexto no dice nada acerca de la resurrección de David, sino de Cristo y de cómo Él cumplió las promesas dadas a David. Por eso, vemos que el uso que los testigos de Jehová le dan a este versículo como texto de prueba para su punto de vista acerca de la resurrección de David, no tiene mérito alguno.
¿El hecho de que Juan el Bautista no fue tan grande como “el más pequeño en el reino de los cielos,” prueba que no haya ido al cielo después de la resurrección de Jesús? Mientras que la Watchtower declara esto,6. en ninguna parte del pasaje se afirma que Juan el Bautista nunca iría al cielo. De hecho, cuando Jesús afirmó en Lucas 13:28 que “todos los profetas” estarían en el “reino de Dios,” esto debió haber incluido a Juan el Bautista, por lo que podemos estar seguros de que él también estará en el cielo con el resto de los profetas del Antiguo Testamento. También hay una buena indicación de que él ascendió al cielo después de la resurrección de Cristo (ver Mateo 27:52) y vale la pena comentar que para el tiempo en que Jesús realizó ésta afirmación, nadie había aún “subido al cielo.”7. Por lo tanto, Jesús no pudo haber tenido a nadie en mente que ya estuviera “en el cielo” cuando hizo esta afirmación acerca de Juan el Bautista.
Juan el Bautista vivió bajo el Antiguo Pacto, y como tal, su ministerio no fue tan “grande” como el de alguien que proclamó el Nuevo Pacto en Cristo. Mientras que Juan el Bautista preparó el camino para Cristo, por tan grande que él fue, no llegó a alcanzar al “más pequeño” de los seguidores de Jesús quienes fueron agentes del “reino de los cielos” de Dios, mientras aún estaban en la tierra en aquel entonces. Por eso, el “más pequeño” de los seguidores de Jesús, por la naturaleza del mensaje que proclamaba, era “mayor” que Juan el Bautista.
Para más información lee:
2 CRÓNICAS 21:12: ¿Elías envió una carta al Rey Joram después de su ascensión al cielo?
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1. Perspicacia para comprender las Escrituras, 1991, Vol. 1, p. 479
2. Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la tierra, 1989, p. 122
3. Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la tierra, 1989, pp. 121-122
4. Hebreos 10:4
5. Véase Razonamiento a partir de las Escrituras, 1989, p. 72
6. Véase Razonamiento a partir de las Escrituras, 1989, p. 72
7. Véase Juan 3:13
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