RESPUESTA A UN ATEO EX-TESTIGO DE JEHOVÁ: “¿POR QUE CREER EN DIOS?”
“Les escribo siendo un ex-testigo de Jehová y ateo en la actualidad. Francamente, el sitio Web de ustedes me parece verdaderamente asombroso. Hacen mucho por destruir las estafas del Cuerpo Gobernante de la Organización Watchtower, pero luego, ¡guían a sus lectores directamente a otra religión! En mi opinión, ustedes son como unos paramédicos que hacen su mejor esfuerzo por rescatar a las personas de una situación peligrosa, y después de haberlas salvado, les administran veneno. Puede que ustedes no tengan la cantidad de miembros o el dinero que tiene la Sociedad Watchtower, pero ambos afirman saber con certeza que existe un Dios arriba en el cielo; ambos afirman tener una perspectiva de lo que Dios desea con respecto a la humanidad; y como escogidos suyos, ambos afirman tener la autoridad para decirle a otras personas cómo deben vivir sus vidas. Así que realmente, ¡¿cuál es la diferencia?! Mi meta es sembrar semillas de duda en las mentes de las personas religiosas y animarlas a pensar racionalmente acerca del por qué creen lo que creen. Aplaudo los esfuerzos de ustedes por ayudar a las personas a liberarse de la tiranía de la Sociedad Watchtower, ¡pero me parece tan triste el que no puedan dejarles decidir por sí mismas si desean tener o no una relación con un Dios o con una pelota de fútbol o con lo que sea!”
NUESTRA RESPUESTA:
Querido y preocupado amigo ateo,
Apreciamos tu deseo por ayudar a las personas religiosas a “pensar” acerca de lo que creen y hacen. Es cierto que muchas vidas han sido arruinadas en el nombre de Dios, no tan sólo en la religión de los testigos de Jehová, sino también en muchas otras religiones. Lamentamos sinceramente el dolor que has experimentado en este sistema religioso falso. Es trágico que muchos como tu hayan perdido por completo la fe en “Dios” por causa del gobierno de tiranía de unos cuantos hombres. Esperamos que algún día tu corazón sea sanado del dolor que has experimentado para que te sientas libre para alzar tus ojos al verdadero Dios de la Biblia quien te ama con un amor más grande del que puedes imaginar. Quiero que sepas que el “Dios” cruel que te enseñaron a obedecer en la Sociedad Watchtower no es el Dios de la Biblia. Nuestra esperanza es que algunos de los pensamientos que compartimos a continuación en respuesta a tus preocupaciones te puedan ayudar a distinguir las diferencias.
Cuando eras un testigo de Jehová, ¿sentiste alguna vez que la promesa de vivir en un “paraíso” era una ilusión o una realidad imposible? ¿Te preguntaste alguna vez si eras lo “suficientemente bueno” para Jehová Dios? ¿Cómo te sentiste cuando reportaste las horas invertidas en la predicación de puerta en puerta durante el mes y tus líderes te dijeron que pudiste haberlo hecho mejor? ¿Alguna vez sufriste un colapso de cansancio, sintiéndote como si fueras un caballo corriendo tras una zanahoria en la punta de una vara que su jinete puso delante de su nariz, para hacerle correr más rápido, pero sin jamás conseguir la zanahoria?
Esto es lo que una religión falsa hace a sus seguidores por medio de reglas y reglamentos opresivos. La promesa del “paraíso” nunca se da y vidas se desmoronan bajo la presión de cumplir con todas las expectativas del liderazgo. En las religiones falsas, el hombre intenta obtener la aprobación de “Dios” mediante la realización de sus mejores esfuerzos, pero en el verdadero cristianismo Bíblico, Dios alcanza a los hombres con el regalo de su Hijo Jesucristo quien ofrece su perfección a cambio de los fracasos de la humanidad.
Aún cuando nuestro ministerio busca defender una perspectiva saludable de Dios que equilibre la libertad personal con los principios morales que se encuentran en la Biblia, no nos establecemos a nosotros mismos como los “escogidos” de Dios, ni le decimos a la gente cómo deben vivir su vida. A diferencia del liderazgo del Cuerpo Gobernante de la Sociedad Watchtower, jamás hemos declarado ser una religión, ni hemos establecido nuestro liderazgo como una “autoridad” espiritual que se debe obedecer. Más bien, orientamos a las personas hacia la Biblia únicamente como la autoridad suprema y guía para una verdadera vida cristiana, y animamos a los individuos a poner su confianza personal en Jesucristo para establecer una “relación” directa con Dios, separados de los mandatos y el control de una religión humana, hecha por hombres. La Biblia proclama: “…hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” 1. Es por esto que Jesús mandó a sus seguidores:
“Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es mayor de vosotros, sea vuestro siervo.”—Mateo 23:8-11
Esta es una de las diferencias más notables entre la perspectiva teísta de la vida cristiana por la que abogamos y la de las “religiones” falsas (como la de los testigos de Jehová) que afirman que las personas no pueden ser “salvas” si no obedecen a sus líderes. Buscamos proveer evidencia en contra de la falsa autoridad religiosa de la Organización Watchtower para que las conciencias de los individuos testigos de Jehová, puedan ser liberadas del temor y del control basado en la culpabilidad que sus líderes utilizan para manipularlos a servir para lograr sus objetivos, en lugar de servir al Dios verdadero de la Biblia. Los líderes religiosos falsos que guían a sus seguidores a servir a ellos mismos, no son nuevos. El apóstol Pablo advirtió a la iglesia del primer siglo:
“Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos… no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno…”—Hechos 20:30-31
Una de las maneras en que estos líderes atraen a las personas a caer en una devoción falsa es al declarar que los hombres deben ganar la aprobación de Dios por medio de una serie de reglas y pautas a las que sólo ellos tienen acceso. Al prometer a sus seguidores algún tipo de “paraíso,” los miembros trabajan arduamente y realizan todo tipo de locuras con la esperanza de ganar la aprobación de sus líderes quienes afirman representar a “Dios.” Por supuesto que tú y yo sabemos que el hecho de seguir estándares religiosos no garantiza el “favor de Dios,” porque toda religión tiene un conjunto diferente de normas. De modo que, ¿quién determina cuáles reglas debe uno seguir y cuáles no? Como señalaste de manera correcta en la investigación que compartiste con nosotros anteriormente, el hecho de que existan diferencias contradictorias entre las religiones prueba que no todas pueden estar en lo correcto. A primera vista, uno podría estar tentado a pensar que no existen estándares absolutos a seguir, de modo que termina siendo la suposición loca de cualquiera, ¿cierto? ¡NO!
Imagina que vas manejando y que accidentalmente pasaste por alto la señal del límite de velocidad. Eres sorprendido por un policía yendo a 25 kilómetros por hora sobre el límite de velocidad, y este rápidamente te da una multa de $150 dólares ($6 dólares por cada kilómetro de exceso). ¿Qué sucedería si fueras ante el juez y le dijeras:
“Señor juez, en verdad lamento haber excedido el límite de velocidad. No tengo ciento cincuenta dólares y no puedo pagar esta multa. Además, he estado haciendo mi mejor esfuerzo por ser un buen conductor. Siempre utilizo el cinturón de seguridad y me detengo en los semáforos. No fue mi intención violar esta ley de velocidad. Ni siquiera vi la señal, así que no estaba tratando de desobedecer la ley a propósito. De verdad lo siento. ¿Es justo que me haga pagar esta multa por violar una ley de la que ni siquiera estaba enterado? Después de todo, ¿no puede ver que lo lamento? ¡No soy una mala persona! Incluso el otro día ayude a quitar la nieve de la entrada de la casa de mi vecino. ¿No puede tomar en cuenta mis buenas acciones y mis mejores esfuerzos por obedecer las leyes como compensación por el monto de la multa y dejarme libre?”
¿Sería justo el juez si permitiera que no pagaras la multa por el simple hecho de que no tuvieras el dinero para pagarla, o por haber sido una buena persona y “haber tratado” de obedecer las leyes? ¡Por supuesto que no! El precio de la multa que la ley determinó DEBE ser pagado, estés o no de acuerdo con la ley o el precio que se requiere debido a tu desobediencia. Tú no eres el que hace las leyes, de modo que no decides los estándares por medio de los cuales debes vivir, ni las penas que se deben pagar por quebrantar estos estándares. Eres responsable de pagar el precio sin importar si eres o no una “buena” persona en comparación con los demás y sin importar si estás o no de acuerdo con la ley o la multa.
Del mismo modo, el ser bueno con los demás, obedecer algún tipo de reglas humanas establecidas por alguna “religión” o simplemente ignorando por completo la idea de “Dios,” tratando de ser una “buena” persona según tus propios estándares, no te da el perdón por la culpa y la penalización que tienes que enfrentar por haber violado las leyes morales que el DADOR DE LA LEY estableció desde el principio.
Toma como ejemplo los diez mandamientos. Creas o no creas en la Biblia, toda persona está de acuerdo con que los mandamientos son normas importantes a seguir: No matar, no mentir, no robar, no cometer adulterio, etc. Todos estamos de acuerdo con estas leyes, sin importar si alguien sea una persona religiosa o un ateo, ¿correcto?
¿Quién hizo estas leyes? Si un DADOR DE LA LEY Moral (es decir, Dios) no existe, ¿de dónde provinieron estas leyes? ¿Por qué en los corazones y conciencias de todos está el no violar estas leyes si no existiera un DADOR DE LA LEY? ¿La sociedad humana determina estas leyes morales? Si este fuera el caso, ¿cómo explicarías el hecho de que éstas existan en alguna forma en CADA generación y en TODA cultura en el mundo, sin importar la influencia de una sociedad desarrollada o primitiva?
La Biblia explica que Dios ha escrito sus leyes morales en los corazones y conciencias de todo ser humano, de modo que nadie tiene un pretexto por desobedecer (véase Romanos 2:12-16). Por lo tanto, creas o no en Dios, aún sigues siendo responsable por tu desobediencia a este código de ley moral.
¿CÓMO SE LIBRA UNO DE CULPA?
La gente intenta muchas cosas para librarse de la culpa, como por ejemplo: asistir a la iglesia, obedecer normas y reglas religiosas, castigo físico, esfuerzos humanitarios. Otros caen en una negación completa de que “Dios” exista y algunos se sumergen en el libertinaje con la esperanza de que, cuando mueran, todo será borrado y serán aniquilados. Ellos están apostando que la perspectiva Bíblica del juicio futuro no existe. Pero, ¿qué tal si están equivocados? ¿Están preparados para asumir las consecuencias? ¿Algunas de estas soluciones ofrecen esperanza o alivio permanente a los problemas de la injusticia y culpa? Si es que hay un DADOR DE LA LEY y JUEZ supremo, ¿qué soluciones son aceptables para Él? Ya que nosotros no somos los que hacemos las reglas, ¿no deberíamos buscar a AQUEL que las hace?
La Biblia dice que sólo existe una solución permanente para remediar la culpa y el dolor producidos por el estrago de violar las leyes morales de Dios. Dios envió a su Hijo perfecto Jesucristo para morir por el pecado (la desobediencia) del mundo.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” —Juan 3:16
Él pagó la pena completa para justificar las leyes que hemos violado, de modo que aquellos que personalmente acepten el perdón ofrecido en su sangre, serán libres.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”—2 Corintios 5:21
“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” —1 Pedro 2:24
Esto es lo que la Escritura quiere decir cuando afirma:
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”—Juan 8:32, 36
Ya que Dios no sería un JUEZ justo si simplemente librara a la gente de la pena merecida por haber violado sus leyes, sólo porque trataron de ser “buenos,” Él no puede disculpar el pecado (la infracción de su código de leyes morales) para nada. El precio de la desobediencia debe ser pagado. Si no aceptas de manera personal el regalo gratuito del perdón que se ofrece con la muerte y resurrección de Jesús, tendrás que pagar el precio por ti mismo. La Biblia dice que esta pena es la separación eterna de Dios:
“E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” —Mateo 25: 46
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.”—Romanos 6:23
Finalmente, la Biblia promete que a toda persona que recibe el perdón que Cristo ofrece, y elige hacerle Señor de su vida (Romanos 10:9), Dios envía al Espíritu Santo como Maestro y Guía para instruirle en cómo vivir una vida que agrade a Dios. De modo que, contrario a la afirmación que haces con respecto a que nosotros “les decimos a las personas cómo deben vivir sus vidas,” NO HACEMOS esto porque ese es el trabajo del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios (La Biblia). La religión le dice a la gente “cómo vivir,” pero una verdadera “relación” con Dios es una guía diaria para vivir una vida moral por medio de la dirección personal de la conciencia, del Espíritu Santo, y de las enseñanzas claras de la Biblia.
ENTONCES, ¿QUÉ?
Siendo “ateo” tu probablemente estarás pensando, “Y entonces, ¿qué? Yo no soy religioso y de todos modos, no creo que exista un DADOR DE LA LEY moral (Dios), entonces ¿por qué importaría todo esto?” La verdad es que, toda persona (crea o no crea en Dios), es responsable ante un código de ley moral. Para que exista una verdadera justicia, debe haber consecuencias por violar este código de leyes.
Tu afirmas que tu misión es: “…sembrar semillas de duda en las mentes de las personas religiosas y animarlas a pensar racionalmente acerca de por qué creen lo que creen.” Me gustaría desafiarte a vivir por tu propia misión considerando “semillas de duda” acerca de tu propia religión “atea.” Y ahora te “animaré” a “pensar racionalmente acerca del por qué” tu “crees lo que crees.” ¿Qué es lo que tu creencia atea REALMENTE ofrece al mundo?
1.) Si esta vida es todo lo que hay, ¿cómo podría el ateísmo animar a las personas a realizar actos valientes al ofrecer sus vidas en servicio por otros y el bien de la humanidad? Si las personas no serán recompensadas después de la muerte por las buenas obras que hayan realizado, ni serán juzgadas por sus malas obras, ¿de qué sirve tratar de ser bueno? Ya que a diario hay personas timando a otras personas sin ser atrapadas, ¿qué ofrece la religión atea para impedir la inmoralidad y la maldad en este mundo? A la inversa, ¿cómo podría una perspectiva atea compararse a una perspectiva teísta (centrada en Dios) en la cual toda maldad (incluyendo aquellos actos realizados en secreto) será juzgada por la eternidad y todos los errores serán corregidos al final?
“Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a la luz.” —Marcos 4:22
2.) Si no existe un DADOR DE LA LEY y JUEZ ante QUIEN la gente sea responsable, ¿cómo se reconciliarán entonces las injusticias de este mundo (como en el caso de Hitler que se salió con la suya al matar a millones de personas inocentes)? ¿Qué ofrece el ateísmo como remedio para compensar la balanza de injusticias sociales? Si la gente es libre de constituir sus propias reglas, ¿por qué no mentir, y robar, y esperar no ser atrapado, o establecer una dictadura social (como lo hizo Hitler) en la que justificó la matanza de millones de personas inocentes y luego se mató para evitar el castigo cuando se le puso fin a su dictadura? Si Hitler no era ateo y mantenía una perspectiva teísta, ¿se hubiera quitado la vida tan fácilmente creyendo que su propia aniquilación le otorgaría la libertad de no ser juzgado? ¿Qué valor redentor le ha ofrecido la perspectiva atea a la humanidad a través de la historia?
¿Y QUÉ SUCEDERÁ SI ESTÁS EQUIVOCADO?
Puede que sigas sintiéndote cómodo con tus creencias religiosas ateas, pero permíteme preguntarte esto: ¿Qué sucederá si te equivocas y terminas enfrentando un día a este DADOR DE LA LEY y JUEZ moral? ¿Qué ganarás al vivir como si no existiera Dios? — ¿unos momentos de placer? ¿Estás preparado para asumir las consecuencias si estás equivocado con respecto a Él y sus requisitos?
“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”—Apocalipsis 20:11-15
No se trata de una religión, ni de obedecer leyes y ordenanzas. Se trata de tener tu nombre registrado en el Libro de la Vida del Cordero, yendo ÚNICAMENTE a Jesús para obtener salvación (Juan 10:28-29), y siendo perdonado y limpiado de la culpa que llevas, para que tu “relación” personal con Dios pueda ser restaurada y reconciliada (Romanos 5:10; 2 Corintios 5:20). Si no le pides personalmente a Jesús el “regalo” del perdón que Él ofrece en su sangre, llevarás la culpa y la vergüenza de la desobediencia en el día del juicio, y sufrirás las consecuencias. ¿Estás preparado para comparecer ante Dios?
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios.”—Salmo 53:1
“El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.”—Proverbios 9:10
Para mayor información ver:
¿POR QUÉ DEBERÍA CONSIDERAR A OTRA RELIGIÓN DESPUÉS DE SALIRME DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?
SALVACIÓN – ¿Qué se necesita para tener vida eterna? (4witness.org)
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1. Citado de 1 Timoteo 2:5. A menos que se indique otra cosa, todas las Escrituras en este documento han sido tomadas de la Biblia, Versión Reina Valera 1960.