David – ex-testigos de Jehová

davidh.:DAVID – Esposo de Christine y Antiguo Anciano de los Testigos de Jehová involucrado por 49 años en la Organización Watchtower

Despúes de haber crecido como testigos de Jehová en Inglaterra y haber pasado 49 años cautivos en la Watchtower, David y su esposa Christine abandonaron la organización para encontrar la verdadera libertad en Cristo. Al ir donde la “necesidad era mayor”, David sirvió en varias áreas del liderazgo dentro de la organización sólo para ver sus esfuerzos recompensados con un rechazo injustificado y una “falta de amor” genuina entre los “hermanos” y “hermanas” de la congregación. Sólo en una relación personal con Jesús, encontraron ellos lo que habían estado anhelando toda la vida.

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Nací en Londres, Inglaterra en 1947. Mi madre y mi padre fueron gravemente heridos durante la segunda Guerra Mundial y nos estaban criando en Inglaterra después de la Guerra. Yo tenía un hermano y una hermana que eran menores que yo y recuerdo cómo nuestra vida juntos en aquel entonces, era cálida y amorosa, puesto que nuestra madre era una mujer maravillosa aun cuando había perdido una pierna en la parte final de la Guerra.

Durante los primeros años de la década de los 50s, nuestras vidas cambiaron repentinamente cuando dos testigos de Jehová tocaron nuestra puerta y le dijeron a mi papá por qué el mundo estaba en un caos tan terrible. Ellos explicaron que no era Dios quien causaba todas las Guerras—sino que era Satanás, el diablo. Ellos comenzaron un estudio Bíblico con mis padres y dentro de 6 meses, mis padres se bautizaron.

A partir de ese momento, mi padre se convirtió en un predicador fanático del mensaje de la Watchtower. Antes de la Guerra, mi papá había sido un católico nominal y mi madre una anglicana, así que yo había sido bautizado en ambas iglesias y luego fui bautizado como un testigo de Jehová cuando tenía tan sólo 7 años de edad.

En seis meses, mi padre ascendió rápidamente de rango y fue nombrado como un siervo de estudios Bíblicos (un puesto que hoy en día es igual a la de un anciano). Sin embargo, él no era feliz sirviendo en ese puesto y realmente quería un nuevo desafío. A mediados de los años 50, la Sociedad Watchtower publicó un boletín mensual llamado “Ministerio del Reino.” Contenía un artículo acerca de “moverse donde la necesidad era mayor,” así que nos mudamos y establecimos una congregación en un área rural.

Vendimos nuestra enorme casa estilo victoriano con cuatro habitaciones, y terminamos viviendo en una casa rodante de 22 pies, sin agua potable, electricidad y sin un sistema de saneamiento apropiado. Era como si él tuviese una misión para salvar al mundo antes que llegara el Armagedón. Él nos dijo a TODOS que NUNCA MORIRÍAMOS y que pronto estaríamos en un maravilloso paraíso.

Después de un breve tiempo, mi padre estableció una congregación de testigos de Jehová  en Clevedon, Avon (West Country de Inglaterra) donde pasamos la mayor parte de nuestros años de crecimiento, lidiando con muchos problemas que acompañaban al hecho de vivir en esa área.

A los dieciocho años, conocí a Christine, mi esposa encantadora, en una Asamblea que se llevó a cabo en Wembley, Londres. Después de dos años, nos casamos y vivimos en Southampton, en el sur de Inglaterra. Durante los años siguientes, tuvimos dos hijas y yo progresé en el movimiento de la Watchtower, criando a nuestras niñas en la fe. Sin embargo, a mediados de los años 70, mi esposa sufrió una terrible depresión y nos dimos cuenta que no se mostraba casi nada de amor para los creyentes que sufrían de depresión. Si un testigo de Jehová tenía una enfermedad, se le decía que NO llevara sus problemas al Salón del Reino, porque podría debilitar a otros.

A pesar de esto, yo quería avanzar en la congregación; así que trabajé duro y fui nombrado como un anciano en 1975, cuando tenía 28 años. Fue un año extraño porque muchos estaban dejando la organización, ya que las profecías de Armagedón de la Watchtower que rodearon la fecha de 1975 no se hicieron realidad y el final no había llegado. Recuerdo mi primera reunión de ancianos cuando quedé absolutamente sorprendido al escuchar a “hermanos” (a quienes yo respetaba y admiraba) gritando y agitando los puños unos a otros. Cuando fui a casa esa noche, Christine sabía que algo me había conmocionado. Desde ese entonces, nos dimos cuenta que “no todo era lo que parecía” en la organización.

Continué en el puesto de anciano por doce años más, y vi como les hicieron muchas cosas feas a “hermanos” y “hermanas” (compañeros testigos de Jehová) en la congregación, todo en el nombre de mantener “limpia” a la congregación.  Durante los primeros años de la década de los 80s, nos enteramos de varias excomuniones en la misma Bethel de Brooklyn (una sede de la Watchtower) y yo estaba muy interesado en averiguar las razones “reales” del por qué.

Realmente nunca sentí lo mismo en cuanto a la organización después de eso. Cuando visitamos Bethel de Brooklyn en junio de 1981, nos dieron una recepción tan fría que cuando volvimos a Inglaterra le escribí una carta a Jack Barr. Jack recién había dado una charla en Twickenham y se había traído de vuelta al supuesto “amor” de la familia de Bethel. Yo le expliqué detalladamente acerca de la manera horrible en que nos habían tratado y cómo ni siquiera nos dieron un vaso de agua en un día caluroso. Yo no usé mi posición de anciano para obtener ningún “privilegio especial” cuando visitamos Bethel, pero le dije que si yo hubiera sido una persona interesada visitando Bethel, me hubiera ofendido ese hecho. En el fondo, yo sabía que había algo que estaba muy mal con la supuesta organización del Siervo fiel y discreto.

Mi esposa se volvió más y más aislada y no disfrutaba para nada el asistir a ninguna de las reuniones. Aún así, ella es una de las personas más espirituales que he conocido. Cuando recién la conocí, ambos éramos Precursores regulares. Ella me dijo que realmente le encantaría ir y conocer a Jehová y a Jesús en el Cielo. Debo admitir que en ese tiempo, había pensado que era bastante extraño de su parte que quisiese hacer eso, dado que ella no era de la clase “ungida”.

Después nos mudamos al noreste de Inglaterra y servimos en la congregación de Stockton-On-Tee por dos años. Fue durante nuestro tiempo en Stockton que conocí a un cristiano “nacido de nuevo” en mi trabajo secular, y él era muy amable y considerado. Este hombre me habló de Jesús y que Él era nuestro Salvador personal. Luego, me dijo que pertenecía a una “iglesia en casa” y estudiaba la Biblia. Después, conocí a otros dos miembros de su “grupo” y pensé que eran “personas maravillosas”. Sin embargo, estábamos atrapados en la organización Watchtower, y nuestros padres eran testigos de Jehová al igual que todos nuestros “amigos.” Parecía tan extraño que Christine creía absolutamente que esta organización era la “verdad,” pero odiaba las reuniones y la obra de puerta-en-puerta. A pesar de que no creía totalmente que era la “verdad completa,” yo era fiel y diligente en asistir a las reuniones y hacer la obra de predicador.

Un par de años más tarde, nos mudamos de nuevo a otra ciudad del norte llamada Hull, y allí tuvimos muchos problemas, debido a la “envidia” y “disputas” en la congregación. Fui nombrado como Superintendente de Estudios Bíblicos muy rápidamente y, sin que yo supiera en ese tiempo, estaba ocurriendo una disputa dentro de la congregación. La organización promueve la competencia, al hacer que los Precursores y los testigos de Jehová nombrados parezcan superiores a los demás. Debido a que yo era un Precursor auxiliar regular, terminé tomando el lado de los que yo consideraba como los “trabajadores.”

Pero dentro de 18 meses, la vida se volvió intolerable en la Congregación. Habiendo renunciado como anciano, decidimos mudarnos a Midlands (el área central de Inglaterra), donde un amigo nuestro que era testigo de Jehová estaba viviendo. Durante los seis meses que nos tomó mudarnos, fuimos virtualmente “aislados” por muchos de nuestros supuestos “hermanos” y “hermanas” y fuimos tratados como leprosos. Aun así, el trato que ellos tenían con nosotros era injustificado ya que ninguno de nosotros había sido públicamente reprendido o desasociado.

Nos mudamos a Wolverhampton en Midlands y nuevamente comenzamos a asistir a las reuniones. Nuestros padres también se mudaron a Wolverhampton, así que al menos sentimos como si tuviéramos amigos alrededor de nosotros. Mi padre era un anciano y aún seguía siendo Precursor junto con mi mamá, pero mi hermano había fallecido en un accidente automovilístico y mi hermana ahora tenía una “enfermedad mental” llamada esquizofrenia. Por lo tanto, sentimos que estábamos lejos de vivir en un “paraíso espiritual”, sino que estábamos viviendo en un “infierno espiritual.”

A menudo yo “debatía” con mi padre acerca de las enseñanzas de la Sociedad Watchtower y su Biblia, y con frecuencia dije que ellos algún día cambiarían su “generación” de la profecía de 1914 para el fin del mundo y que probablemente TODOS nos moriríamos antes del Armagedón. Efectivamente, mi papá falleció de un ataque cardiaco repentino en enero de 1994 y yo me quedé a cargo del cuidado de mi madre y mi hermana, quienes estaban discapacitadas. La Congregación no fue de ayuda en lo absoluto. A lo largo de 1995, la Watchtower en efecto cambió su entendimiento de 1914 (tal como yo había pensado que lo harían) y cambiaron el entendimiento de las ovejas y cabras también. ¡Este fue el cambio que realmente me afectó! Rutherford había dicho que la “clase ungida” había sido escogida en su totalidad a mediados de la década de los 30s y que se suponía que sus líderes eran el “rebaño pequeño.” Sin embargo, ahora la Watchtower estaba diciendo que las ovejas y las cabras aún NO HABÍAN SIDO SEPARADAS. Dado que la definición de “rebaño pequeño” es que son “ovejas” y no cabras, comencé a pensar que si ninguno de nosotros era “oveja” aún, ¿cómo podía haber sido escogido ya el “rebaño pequeño ungido”?.

Gradualmente, nos desencantamos más y más con la supuesta “verdad” y (en contra de las políticas de la organización) en 1999, fuimos incluso a Malta para celebrar el Nuevo Milenio el 31 de diciembre. Al hacer eso, ¡experimentamos una sensación fantástica de libertad! Sin embargo, aún no podíamos llegar al punto de salir de la organización—aun cuando yo había estado navegando en Internet y había leído todo el material “apóstata” que podía encontrar acerca de la historia de esta “secta.”

Christine fue la que los defendió de manera vehemente, así que yo no quería causar enemistad entre nosotros. Finalmente, mi pobre hermana murió a la edad de 49 años en septiembre del 2000 y mi querida madre murió en enero del 2001. Al ver a toda mi familia ahora muerta, me acordé de cómo la organización nos había enseñado que nosotros supuestamente viviríamos durante Armagedón y nunca moriríamos.

Cuando supe de la conexión de la Watchtower con las Naciones Unidas, simplemente no podía creerlo y senté a Christine frente a la computadora para mostrarle la prueba del encubrimiento de la organización. Fue alrededor de ese tiempo en que fui a una reunión solo, y Christine se quedó en casa leyendo su Biblia. Ahí ella encontró una escritura en Mateo 8:11 donde dice que Abraham, Isaac y Jacob estarán en el cielo reclinados a  la mesa. Buscamos la explicación de la Sociedad y sentimos una repugnancia absoluta por su retórica.

Durante todo este tiempo, yo había estado orando a “Yahweh,” “Jesús” y a la “Conciencia Universal” (quien sea que fuese). Empecé a leer todo tipo de material, una parte era cristiana, pero era principalmente material “espiritual” sin estar conectado con ninguna denominación religiosa. Incluso comenzamos a pensar que quizás había “verdad” en la mayoría de las religiones y que no importa lo que creemos mientras le demos la gloria a Dios.

Finalmente, dejamos las garras de la Watchtower en junio del 2001 y estuvimos en un desierto espiritual por alrededor de 18 meses. Incluso viajábamos 20 millas cada domingo a un bosque para orar entre los árboles con la esperanza de hallar la verdad real. De esta manera, el bosque se convirtió en nuestro “Hogar espiritual”, hasta que fuimos guiados al lugar correcto. Después, un domingo por la mañana en noviembre del 2002, decidí ir a una iglesia sin denominación de la que había escuchado. Un hombre a quien yo apenas conocía y que había estudiado con los testigos de Jehová por 6 años también iba a esa iglesia. Me enteré que estas personas habían estado orando por mí por mucho tiempo.

Christine fue llevada de urgencia al hospital con apendicitis y toda la iglesia oró por ella. Cuando salió del hospital, ella finalmente tuvo el coraje para ir conmigo a una reunión de un “grupo en casa.” Dos semanas después, en noviembre del 2002, fui salvo. Acepté al Señor Jesús en mi vida, aunque todavía no entendía las doctrinas de la “Trinidad” o del “Infierno.” Mi querida esposa Christine también le dio su vida al Señor. Lo que le llamó la atención fue el hecho de que al final, ella encontró a cristianos que oraban los unos por los otros, se abrazaban entre ellos y se mostraban amor “real”, como el que Jesús mostró. Sorprendentemente, esto era exactamente por lo que Christine había estado orando todo este tiempo. Así que, cuando ella conoció a estos cristianos, se dio cuenta que el Señor nos había guiado hacia ellos.

Ambos nos bautizamos en mayo del 2003. En mayo de 2004, nuestra hija menor y su esposo nos siguieron y se bautizaron. Gracias a Dios, nuestras dos hijas están ahora fuera de la secta de la Watchtower y felices de ser libres. Desde que encontramos al Jesús verdadero, se nos ha mostrado tanto amor cristiano “real” que ahora estamos aprendiendo a no ser prejuiciosos, así como lo enseña la Watchtower.

Cuando éramos testigos de Jehová, siempre luchamos con el concepto de la Watchtower que Yahweh iba a matar a todos en este planeta si no eran partidarios de la organización Watchtower. Ahora sabemos que Jesús es la única VERDAD (no una organización). Él es el CAMINO la VERDAD y la VIDA y nadie viene al Padre sino por Él (ver Juan 14:6). ¡No hay otro camino!

Nuestra misión ahora es ayudar a muchos testigos de Jehová “honestos de corazón” que están suspirando y llorando, y también a otros a encontrar al verdadero Jesucristo y entregar sus vidas a Él como su Salvador personal. Ninguno de nosotros necesita un “mediador” terrenal como el “esclavo fiel y discreto” (organización). TODOS somos siervos fieles y discretos si reconocemos a nuestro Rey y Sumo Sacerdote (Jesucristo) como nuestro UNICO MEDIADOR VERDADERO.

Con amor, en el nombre de Jesús

David
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