Carlene – ex-testigos de Jehová

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EL TESTIMONIO DE CARLENE

Habiendo crecido en un hogar cristiano, Carlene disfrutaba de leer la Biblia, pero estaba espiritualmente hambrienta porque sus interrogantes no habían sido respondidas en su iglesia local. Cuando los testigos de Jehová parecían tener una respuesta para cada pregunta suya, su esposo y ella fueron bautizados. Después de haber servido a la organización Watchtower por más de 20 años antes que Cristo abriera sus ojos, ella ahora tiene un corazón dispuesto para ayudar a otros que estén saliéndose de la organización.

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Crecí como Luterana. Gradualmente dejé de asistir a la iglesia en mi adolescencia. Me gustaba leer mi biblia, pero no sentía que los servicios de la iglesia respondieran mis interrogantes bíblicas.

A la edad de 21, comencé a salir con el que sería mi esposo, cuya madre recién se había convertido a los testigos de Jehová. Ella me dio el libro “Vivir para Siempre.” Me sentí estremecida cuando creí que todas mis interrogantes bíblicas habían sido respondidas en aquel libro. Comencé entonces a estudiar con los testigos de Jehová.

Después de casarnos, mi esposo y yo fuimos bautizados en 1972.  Quise dedicarme a realizar la obra de la predicación de Jehová. Afanosamente dejamos de lado cosas materiales y oportunidades profesionales para involucrarnos en el ministerio tanto como nos fuera posible ya que sentíamos la necesidad de advertir a los demás que el fin vendría pronto (1974 o 1975).

Mi familia se opuso mucho a mi cambio religioso, pero fui advertida de antemano a no permitir que ellos me hicieran tropezar. Tuve que cortar con todas mis antiguas amistades. Yo sentía que a su tiempo, ellos aprenderían también “la verdad.”  Así, fui una publicadora (precursora) activa de los testigos de Jehová desde 1972 hasta 1993 y fielmente pasé tiempo en el ministerio de puerta en puerta. Yo andaba realizando labor de precursora auxiliar y tomando parte en las reuniones semanales.

Al principio de los años noventas, comencé a sentir como si no estuviera ayudando a nadie espiritualmente. Comencé a cuestionar las numerosas reglas y regulaciones de la Sociedad que parecían no ser escriturales, tales como registrar el tiempo que pasaba en el ministerio (de puerta en puerta y cosas así). Parecía como si las experiencias importaran, no el tiempo invertido. También me preguntaba por qué no se hablaba mucho de Jesús en las “reuniones.” Parecía como si Él tuviera un lugar secundario en la Sociedad Watchtower, que afirmaba ser el “canal” hacia Dios. Nadie se atrevía a estar en desacuerdo con la Sociedad Watchtower. Si no entendías un principio, se te decía que esperaras en Jehová y obedecieras las reglas sin importar que estuvieran bien o mal.

A principios de los noventas le dije a mis hijos que los testigos de Jehová tendrían que cambiar su interpretación de la Escritura en Mateo 24:34, “…que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.” A propósito, alrededor del año 1993, la Sociedad Watchtower, en un momento devastador, cambió el significado de esta Escritura, de una generación literal a un período de tiempo indefinido. ¡Esa fue mi última reunión! Me di cuenta entonces que todas las interpretaciones de las Escrituras estaban sujetas a cambiar al antojo de la Sociedad Watchtower.

Por los siguientes 10 años, no fui al Salón del Reino ni leí una Biblia. Desarrollé problemas con el alcohol. Por la gracia de Dios en el año 2004, tuve que dejar de beber por razones de salud. Mi hijo y mi nuera, ambos cristianos, compartían las Escrituras conmigo. Estaba sorprendida con lo que decían las Escrituras. Eventualmente, oré por una guía y comencé a leer la Biblia y a realizar preguntas. Había muchas Escrituras, que nunca había leído, que explicaban quién es Dios y Su propósito para la humanidad. Estaba impactada y me sentía indignada de haber sido engañada durante 30 años por esta falsa religión. Algunos miembros de mi familia me hablaron para orar, estudiar y recurrir al internet para leer los testimonios de otros ex-testigos de Jehová. Estaba sorprendida de cómo muchas otras personas tenían la misma historia que yo.

Después de orar y estudiar por meses, fue como si una luz se encendiese. Seguir a Cristo se convirtió en un gozo, no en una lista de reglas y regulaciones. Por las Escrituras me percaté de quiénes son realmente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La redención a través de Cristo es el tema de la Palabra de Dios y a través de la gracia he sido yo salvada. Compartir el evangelio con todos se ha vuelto ahora mi misión. Sinceramente deseo ayudar a otros que están intentando dejar la organización Watchtower y sé que únicamente puedo realizar esto dependiendo del Espíritu Santo. Dejar a los testigos de Jehová fue realmente como si cayesen las cadenas.

Agradecidamente y sintiéndome grandemente en deuda, soy cristiana desde el 2005. Me desasocié de los Testigos de Jehová en el 2008. Esto ha tenido un precio que pagar, ya que mi esposo y mi hija aún son parte de la organización. Mi esposo no conversa de la Biblia conmigo y me considera una “apóstata.” También le ha aconsejado a mi hija que limite su asociación conmigo. Ha sido desgarrador para mí lidiar con esto, pero con Cristo todas las cosas son posibles.

Mi caminar diario con Cristo es un gozo. Me he comprometido a ser una seguidora de Cristo y siento que el Espíritu Santo está obrando en mí. Oro por guía para dejar un buen ejemplo a mi familia, por estudiar la Palabra a diario, y me he volcado a ayudar a otros a aprender acerca de Cristo. Me siento aliviada de que mis pecados hayan sido perdonados y tengo esperanza de vivir con Cristo por la eternidad. Sé que mi vida entera será un viaje y miro expectante por ver a dónde me guíe Dios. Todos los días agradezco que Dios me haya sacado de los testigos de Jehová.

 

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